La fábula de la hormiga y la cigarra deja la moraleja que se debe trabajar para preparar el futuro.
Cualquier empresario lo sabe y es raro el que lo afronta desde la flojera, así que no voy a sugerir el esfuerzo como conclusión a nuestra pregunta. ¿Por qué? Porque hay esfuerzos útiles y esfuerzos estériles, trabajo acertado y trabajo inútil. Para adelantarse al final de la contingencia hay que prepararse con buenas estrategias. ¿Cuáles?
Sugiero tres:
La primera es fortalecer la empresa por dentro.
Me explico…
Todos nuestros negocios tienen sus rincones oscuros, sus fallos que se repiten demasiado o sus áreas descuidadas que nunca atendemos… por falta de tiempo.
¿Quiero adelantarme al final de la contingencia? Aprovechar este tiempo de poca velocidad para barrer las esquinas abandonadas que tengo sin barrer y ajustar la maquinaria no bien engrasada. Cuando se acabe este paréntesis, me veré mejor preparado, me habré adelantado al final.
La segunda sugerencia es preparar mi plan de ventas.
Porque tendré que vender mejor cuando se reabra el comercio. ¿Cómo? Renovando mis estrategias mediante investigación o con la asesoría de un experto, realizando un plan de mercadotecnia profesional o programando la entrada en algún nicho al que nunca he incursionado. Si lo hago, me habré adelantado.
La tercera sugerencia es ampliar mi visión de cómo está el mercado o los proveedores o las oportunidades de negocio. Porque siempre hay una ventana esperando que yo la abra.
Son opciones reales. Si quieres asesoría para empujar alguna, Grupo Soots te ofrece pequeñas consultorías que la aterrice en la práctica.
Daniel Pérez
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Entrenador de negocios, especialista en el desarrollo y crecimiento de MiPyMES en México.
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